Las propiedades morfológicas de las superficies desempeñan un papel clave en la gestión de los procesos industriales: resistencia al desgaste, fricción, adherencia, biocompatibilidad, propiedades ópticas, etc. El centro de análisis puede medir los parámetros morfológicos (espesor, rugosidad) mediante el uso de diferentes técnicas:
La microscopía es un tipo de técnica de caracterización que sondean y mapean la estructura superficial y subsuperficial de un material. Estas técnicas pueden utilizar fotones, electrones, iones o sondas en voladizo físico para recopilar datos sobre la estructura de una muestra en un rango de escalas de longitud. Algunos ejemplos comunes de instrumentos de microscopía incluyen: