Las readaptaciones se suelen llevar a cabo cuando el coste del mantenimiento es alto o cuando los equipos son de escasa fiabilidad. También existen otros motivos para llevar a cabo una readaptación: actualización del sistema operativo, software SCADA, software PLC, arquitectura informática, sistemas de refrigeración, piezas mecánicas o disponibilidad limitada de piezas de repuesto de vital importancia.
Un buen ejemplo de situación en la que debe llevarse a cabo una actualización es cuando los procesos actuales dejan de cumplir con las normas del sector, como las normas de la FDA o las directrices GMP, las políticas de seguridad informática, gestión de datos o nuevas funcionalidades como ATEX, la esterilización in situ (SIP) o la limpieza in situ (CIP).
Nuestros clientes pueden encontrar la solución que mejor se adapte a sus equipos en nuestra completa cartera de opciones de readaptación o actualización.
Para nosotros, la readaptación o actualización de los equipos es un proceso, no un producto. El proceso comienza cuando uno de nuestros clientes se pone en contacto con nuestro equipo de ventas o posventa y finaliza cuando se implementa la solución en el centro del cliente. Un proyecto de actualización o readaptación suele tener más trascendencia que el suministro de sistemas nuevos. Los equipos que trabajan en colaboración en este tipo de proyectos suelen estar compuestos por miembros de varios departamentos, como el de asistencia al cliente, el de ingeniería, el de calidad y el de ventas.